Acoustic Solutions for Schools: Improving Learning Environments

Soluciones acústicas para escuelas: Mejora de entornos de aprendizaje

Ivan Berberov
📖 Tiempo de lectura: 9 min y 30 seg.

Al entrar en cualquier aula a mitad de clase, probablemente oirás algo más que la voz del profesor. Las sillas chirrían, los alumnos murmuran, otra clase tiene clase de educación física, los sistemas de climatización zumban y el eco de pasos proviene del pasillo. Individualmente, ninguno de estos sonidos parece catastrófico. Pero en conjunto, crean un campo minado cognitivo, donde la atención se fractura, la memoria flaquea y el aprendizaje se vuelve innecesariamente difícil.

Un aula puede convertirse rápidamente en una jungla de sonidos, echando por la borda el aprendizaje. Hay que domar las ondas sonoras. No por un australiano con sombrero de vaquero y la peligrosa costumbre de saltar sobre el lomo de un cocodrilo, sino por un acústico. El sombrero de vaquero sigue siendo una opción.

Por qué no se puede ignorar la acústica del aula

En educación, nos centramos, con razón, en el currículo, los métodos de enseñanza y las herramientas digitales. Sin embargo, el entorno físico en el que aprenden los estudiantes sigue siendo una de las variables más descuidadas. El sonido es fundamental. Así como la iluminación afecta la visión y el diseño afecta el movimiento, acústica afectan directamente la capacidad de los estudiantes para concentrarse, procesar el habla y retener información.

Desde un punto de vista científico, esto no es abstracto. Según la teoría de la carga cognitiva, el cerebro solo puede procesar una cantidad limitada de información a la vez. Cuando los estudiantes se esfuerzan por interpretar un habla apagada, su memoria de trabajo se ve saturada por el esfuerzo, lo que reduce su capacidad para la comprensión real.

Y el impacto no se distribuye de manera uniforme: los niños con pérdida auditiva, problemas de procesamiento auditivo, TDAH o para quienes el idioma principal en la escuela no es su lengua materna se ven afectados desproporcionadamente por las malas condiciones acústicas.

En espacios ruidosos y reverberantes, incluso los mejores profesores se enfrentan a la arquitectura. Pero en una sala bien acondicionada, cada palabra se escucha con claridad, cada pregunta se escucha y cada alumno tiene una oportunidad más justa. Y los estudiantes ruidosos que interrumpen la clase son fácilmente visibles.

Three students in a classroom with their mouths open, possibly shouting or reacting to something.

Problemas acústicos comunes en los edificios escolares

Los edificios escolares suelen diseñarse pensando en la durabilidad y la eficiencia del espacio. No tanto en la acústica. Por alguna razón, nadie piensa en el comportamiento del sonido. ¿El resultado? Entornos de aprendizaje que generan eco, distraen y fatigan tanto a estudiantes como a profesores. Muy desagradable, pero solucionable.

Arquitectura obsoleta y superficies duras = cámaras de eco

Muchas escuelas antiguas se construyeron con paredes de ladrillo macizo, suelos de baldosas y techos altos, materiales elegidos por su durabilidad, no por su buen rendimiento acústico. Estas superficies duras y reflectantes generan lo que se conoce como tiempo de reverberación excesivo: el sonido rebota en lugar de desvanecerse, lo que hace que el habla sea borrosa e indistinta. Imagínate que has lanzado cien pelotas de goma a la velocidad del sonido. Caos.

Incluso instrucciones breves como "Abran sus libros en la página 12" pueden resultar acústicamente borrosas, obligando a los estudiantes a reconstruir mentalmente lo que acaban de escuchar. Cuanto más joven es el estudiante, más difícil se vuelve. Y tengan en cuenta que los estudiantes reciben instrucciones durante horas todos los días. Quizás la primera vez se pueda ignorar el eco, pero ¿a la hora 7 u 8? La fatiga aumenta y la capacidad de aprendizaje disminuye.

Aulas abiertas y espacios multiusos

Cada contemporáneo escuela Quiere enorgullecerse de un edificio moderno. A menudo, esto implica aulas diáfanas, techos altos y amplias áreas compartidas. Estas distribuciones fomentan la colaboración, pero generan una propagación acústica incontrolada.

  • En entornos abiertos, el ruido de una zona de enseñanza se filtra a otra.
  • Las salas multiusos funcionan también como comedores, espacios de espectáculos e instalaciones deportivas, lo que las hace acústicamente complejas e impredecibles.

Sin una zonificación acústica ni una absorción adaptadas, estos espacios generan un alto nivel de ruido de fondo y una relación habla-ruido inaceptable. Estas condiciones son especialmente adversas para alumnos con discapacidad auditiva, autismo o TDAH.

Illustration of a classroom with desks and chairs.

Ruido e interferencias externas en sistemas HVAC

Los sistemas mecánicos, como la ventilación, el aire acondicionado o la calefacción, suelen producir ruidos y vibraciones de baja frecuencia. Aunque sutil, este zumbido o ruido sordo continuo compite con la voz del profesor. Esto es más evidente en las aulas donde los ventiladores o las rejillas de ventilación del techo están situados justo encima de los asientos de los alumnos.

Mientras tanto, el ruido externo proveniente del tráfico, los patios de recreo, las obras o los vehículos de emergencia puede filtrarse en las aulas a través de ventanas mal selladas, paredes delgadas o fachadas sin aislamiento. Estas interrupciones interrumpen la concentración de los estudiantes, aumentan los niveles de estrés e interrumpen el ritmo de la clase.

Ignorar el comportamiento del sonido en una situación como la de una escuela puede prácticamente anular el efecto de estar presente: los alumnos no aprenden nada, los profesores se fatigan y los padres se frustran por la falta de resultados. El precio de tratar la acústica como algo secundario es mayor que el tratamiento en sí.

Falta de zonificación y separación acústica

Una zonificación acústica inadecuada implica que las aulas difuminan el ruido hacia los pasillos, las salas adyacentes o las oficinas del personal. A menudo, no hay una puerta insonorizada ni un aislamiento divisorio entre los espacios de aprendizaje y los de no aprendizaje.

Esta ausencia de separación no sólo afecta a los alumnos sino también al personal: los profesores tienen dificultades con la tensión vocal y los trabajadores de apoyo tienen más dificultades para ofrecer asistencia personalizada en entornos acústicamente caóticos.

Es inevitable: algunas clases son más ruidosas que otras, y algunos profesores no logran imponer la obediencia tan bien como otros. Esto se convierte en un problema para todos los que están cerca, sin aislamiento acústico. Aprender a comportarse correctamente lleva tiempo. Esa ES una de las razones por las que vamos a la escuela. Y si las escuelas no apoyan este proceso adecuadamente, se tardará aún más tiempo en aprender y crecer.

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Medición y comprensión del problema acústico

Antes de aplicar soluciones, es necesario medir el problema. En acústica, lo que no se puede cuantificar no se puede controlar. Las escuelas a menudo sufren de entornos acústicos deficientes sin siquiera darse cuenta. La clave para un cambio significativo reside en comprender exactamente cómo se comporta el sonido en un espacio.

Por qué es importante el tiempo de reverberación

Tiempo de reverberación, comúnmente conocido como RT60 es una de las métricas más importantes en acústica de aulas. Se refiere al tiempo que tarda un sonido en decaer 60 decibeles una vez que la fuente se detiene.

¿Por qué 60 dB? Es el nivel de sonido al que percibimos que la onda sonora se detiene. En entornos educativos, los tiempos de reverberación más largos hacen que el habla se difumine, sea más difícil de distinguir y más difícil de seguir.

El RT60 recomendado para las aulas suele ser inferior a 0,6 segundos, dependiendo del tamaño de la sala y del grupo de edad. Un valor superior produce reflexiones sonoras que compiten con la voz del profesor, lo cual es especialmente perjudicial en salas con suelos duros, paredes sin revestimiento y ventanas grandes.

Auditorías acústicas: qué miden realmente

Una auditoría acústica es una evaluación estructurada que evalúa la idoneidad de una sala para el uso previsto. Es el primer paso en cualquier proyecto que emprendamos.En las escuelas, incluye medidas como:

  • RT60 en todas las bandas de octava (para identificar dónde los ecos son peores)
  • Niveles de ruido ambiental de fondo, tanto interno (HVAC) como externo (tráfico, patio de juegos)
  • Rendimiento del aislamiento acústico, a menudo en particiones de aulas o pasillos

Las auditorías también incluyen observaciones del sitio: ¿Están los estudiantes visiblemente distraídos? ¿El profesor alza la voz constantemente? ¿Hay eco o retroalimentación al usar los micrófonos?

Estas auditorías constituyen la base de evidencia para intervenciones específicas y evitan el desperdicio de dinero en tratamientos inadecuados. Al ser un factor clave en todo el tratamiento acústico, mediciones es mejor que lo hagan acústicos profesionales.

Man holding a tablet in a classroom setting

Comprensión del índice de transmisión del habla (ITV)

Si el RT60 nos indica cuánto tiempo permanece el sonido suspendido en el aire, el STI nos indica con qué claridad se entiende. El Índice de Transmisión del Habla es una escala de 0 (deficiente) a 1 (excelente) que evalúa la inteligibilidad del habla en un espacio determinado.

En el aula, un STI de 0,75 o superior se considera deseable para una comunicación eficaz. Por debajo de este valor, los estudiantes empiezan a tener dificultades de comprensión.

Los altos valores de STI se deben a un bajo ruido de fondo, una reverberación controlada y una transmisión sonora clara y directa del profesor al oyente. En entornos con un tratamiento deficiente, incluso los mejores métodos de enseñanza pierden eficacia, simplemente porque los alumnos no pueden oír con claridad lo que se dice.

Según la Teoría de la Carga Cognitiva, el cerebro tiene una memoria de trabajo limitada. Si gran parte de esa capacidad se utiliza únicamente para interpretar lenguaje confuso, queda menos para el aprendizaje real.

Lo que comienza como un “defecto acústico menor” resulta en:

  • Fatiga mental más rápida
  • Compromiso reducido
  • Más instrucciones repetidas
  • Menor retención y rendimiento académico

Y no olvidemos a los docentes, quienes deben alzar la voz constantemente y lidiar con la frustración añadida de los estudiantes desconectados o confundidos. Con el tiempo, esto puede llevar a:

  • tensión vocal
  • Agotamiento
  • Mayor absentismo

Two men with backpacks standing in a classroom with students sitting at desks.

Soluciones acústicas eficaces para escuelas

Las mejoras acústicas en espacios educativos no implican necesariamente renovaciones a gran escala. Una combinación de materiales estratégicos, modificaciones arquitectónicas y una selección inteligente de productos puede reducir drásticamente el tiempo de reverberación, mejorar la inteligibilidad del habla y crear un entorno más tranquilo y centrado tanto para estudiantes como para docentes.

Estamos hablando de escuelas, por lo que debemos actuar con inteligencia en lo que respecta a las renovaciones.

Tratamientos de techo: la primera línea de defensa

Los techos suelen ser las superficies ininterrumpidas más grandes de un aula y una de las áreas más efectivas para tratar.

  • Las placas de techo acústicas, especialmente los paneles de fibra mineral o de poliéster con clasificación Clase A, ayudan a absorber el sonido de frecuencia media a alta, que incluye la mayor parte del rango de la voz humana.
  • Deflectores acústicos suspendidos, como nuestros Echo CloudSe pueden instalar en salas grandes o zonas con techos altos para neutralizar las ondas estacionarias y reducir el eco. Son especialmente útiles en gimnasios, cafeterías o zonas de aprendizaje diáfanas.

Estos tratamientos reducen los valores RT60, a menudo reduciendo a la mitad el tiempo de reverberación cuando se instalan correctamente.

Absorbedores de pared y paneles de esquina

Mientras que los techos abordan los reflejos verticales, los paneles acústicos montados en la pared abordan la reverberación lateral: el tipo que hace que el habla se difumine y las voces suenen distantes.

  • Paneles como el nuestro DOMINO o ACER Lo ideal es colocarlos a la altura de las orejas alrededor del perímetro de las aulas.
  • Trampas de graves o los absorbentes de esquinas pueden ser útiles en salas de música o salas de usos múltiples donde la acumulación de bajas frecuencias provoca confusión y molestias.

Para obtener mejores resultados, los paneles deben tener índices NRC (coeficiente de reducción de ruido) altos y estar distribuidos de forma que dividan las superficies paralelas.

Puertas, ventanas y acabados suaves

Muchos problemas acústicos escolares no provienen sólo del interior de una sala, sino también de espacios adyacentes o del exterior.

  • Puertas selladas acústicamente.
  • Los sellos de puertas y los sellos acústicos abatibles reducen la transmisión de sonido entre aulas o pasillos.
  • Las ventanas de doble vidrio o laminadas con capas intermedias acústicas ayudan a minimizar el ruido externo proveniente de carreteras o áreas de juegos.
  • Las cortinas gruesas, las alfombras y los muebles tapizados añaden absorción pasiva y ayudan a limitar los ecos de vibración.

Si bien estos no son sustitutos de un aislamiento acústico adecuado, a menudo mejoran el confort acústico en espacios con poco tratamiento.

Illustration of a classroom with orange doors and chairs.

Ajustes de diseño y zonificación

Cambios sencillos en la distribución a menudo pueden generar mejoras sorprendentes en la gestión del sonido. La zonificación ayuda a reducir las rutas de ruido y limita la propagación del ruido ambiental, lo cual es crucial en entornos de uso compartido.

  • Evite colocar equipos ruidosos (impresoras, proyectores, salidas de aire acondicionado) cerca de áreas de asientos de uso frecuente.
  • Utilice estanterías, taquillas o mamparas para crear barreras acústicas en espacios abiertos.
  • Siempre que sea posible, programe actividades de alto ruido en áreas que ya hayan sido tratadas acústicamente o en horarios diferentes para minimizar la superposición.

Opciones temporales vs. permanentes

No todas las escuelas pueden permitirse una renovación completa, y los ciclos de financiación pueden ser impredecibles. Afortunadamente, existen soluciones modulares y rentables tanto a corto como a largo plazo:

Temporal/Económico:

  • Pantallas acústicas independientes
  • Tabiques acústicos portátiles
  • Paneles de pared con clip y baldosas de espuma
  • Rieles para cortinas con cortinas móviles

Permanente/Alto rendimiento:

  • Reemplazo completo de placas del techo
  • Paneles de pared acústicos integrados
  • Sistemas de suelos flotantes para salas de música
  • Rejillas acústicas o silenciadores de conductos HVAC especialmente diseñados

Transformando espacios multiusos y compartidos

Las escuelas modernas están diseñadas para ser versátiles. Su objetivo es brindar comodidad y una educación valiosa a un amplio espectro de estudiantes. Esto a menudo implica sacrificar el control acústico.

Los espacios grandes y compartidos, como comedores, gimnasios, bibliotecas y auditorios, presentan desafíos acústicos únicos. Y, si no se tratan, se convierten rápidamente en entornos caóticos y abrumadores que comprometen tanto el bienestar como el rendimiento.

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Una talla no sirve para todos: el problema del diseño uniforme

Sin un tratamiento acústico personalizado, estos entornos multiusos se convierten en cámaras de eco que elevan los niveles de ruido más allá de los umbrales aceptables, superando a menudo los 85 dB durante las horas pico de uso.

Más que suficiente para provocar malestar, respuestas de estrés e incluso riesgos auditivos a lo largo del tiempo.La reverberación se amplifica por:

  • Superficies duras y reflectantes (suelos de baldosas, paredes de hormigón, fachadas de vidrio)
  • Techos altos sin tratamiento difusivo
  • Uso irregular: la hora del almuerzo, las sesiones de educación física, los actos escolares; todo con niveles de presión sonora radicalmente diferentes.

Los diferentes tipos de ruido (aéreo, de impacto, vibratorio, eco, reverberante, etc.) se contrarrestan con un tratamiento acústico diseñado específicamente para ellos. Si un espacio tiene múltiples usos, se convierte en un hábitat para diferentes actividades y, por lo tanto, en un espacio con diferentes tipos de ruido. Es necesario comprender esta compleja naturaleza del sonido y planificarla para cuando llegue el momento de implementar el tratamiento acústico.

Soluciones acústicas adaptativas: diseñadas para la flexibilidad

La clave son las soluciones que responden al uso cambiante de un espacio.

  • Deflectores suspendidos o nubes acústicas: Eficaces en gimnasios y comedores, donde el volumen abierto amplifica el tráfico y las conversaciones. Pueden instalarse para mantener el flujo de aire y reducir drásticamente la reverberación.
  • Paneles de pared modulares: En bibliotecas o salas de conferencias, los paneles magnéticos o con velcro permiten a las escuelas aumentar o disminuir la absorción según sea necesario.
  • Cortinas acústicas: Especialmente útiles en auditorios o áreas de escenario, donde se pueden correr tratamientos suaves durante presentaciones o sesiones de enseñanza y retraerlos para limpieza o mantenimiento.

Cada una de estas opciones se puede seleccionar en función de las clasificaciones NRC (coeficiente de reducción de ruido) y el cumplimiento de la seguridad contra incendios, lo que garantiza el rendimiento sin comprometer las regulaciones.

Illustration of a classroom with desks, chairs, and large windows.

El ruido de la multitud y la psicología de las transiciones

El sonido interfiere con el aprendizaje. Eso es evidente. Pero también afecta la sensación de los estudiantes en los espacios intermedios. Los comedores, los pasillos y las zonas de casilleros son cuellos de botella acústicos, donde las voces rebotan y se amplifican.

¿El resultado? Niveles elevados de cortisol, menor concentración en la siguiente clase y comunicación tensa entre estudiantes y personal. Una cacofonía incesante de ruido, voces y demás.

Las zonas de absorción ubicadas estratégicamente (por ejemplo, placas del techo sobre las filas de espera o paneles alrededor de los grupos de asientos) pueden reducir los niveles de fondo entre 5 y 10 dB, lo suficiente para:

  • Reducir la sensación de hacinamiento
  • Mejorar la claridad del habla
  • Calma la experiencia de transición entre clases

En las bibliotecas, unos valores altos de ITS (Índice de Transmisión del Habla) son vitales para preservar la privacidad del habla y mantener un ambiente tranquilo y concentrado. La zonificación acústica con estanterías, alfombras o paneles verticales permite segmentar el espacio sin paredes arquitectónicas.

Construyendo mejores escuelas a través del sonido

El diseño acústico no es una idea de último momento ni una característica "agradable" una vez instalado el mobiliario. Es un elemento fundamental para una educación eficaz. Al igual que la calidad del aire, la luz natural o la temperatura, el sonido influye en cómo pensamos, sentimos y aprendemos.

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Cuando las escuelas invierten en sus entornos acústicos, recuperan la claridad, la calma y la conexión. Favorecen tanto el rendimiento cognitivo de los estudiantes como el bienestar del personal. Construyen aulas donde cada palabra importa, cada voz se escucha y ningún niño se queda atrás por un eco turbio o un pasillo retumbante.

La ciencia es clara y las herramientas existen. Lo que se necesita ahora es la voluntad de diseñar para obtener mejores resultados desde el principio o modernizar donde más importa. Un gran aprendizaje necesita grandes entornos.

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Lecturas y referencias adicionales:
  • Cowan, N. (2001). El número mágico 4 en la memoria a corto plazo: una reconsideración de la capacidad de almacenamiento mental. Ciencias del comportamiento y del cerebro.
  • Sweller, J. (1988). Carga cognitiva durante la resolución de problemas: efectos en el aprendizajeCiencia cognitiva.
  • Baddeley, A. (1992). Memoria de trabajo. Ciencia.
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