
¿Cómo suena tu proceso de cerebro?
Nia MarkovskaCompartir
📖 Tiempo de lectura: 7 min y 37 seg
Caminas por una calle llena de gente, con los coches tocando la bocina, la música zumbando en una tienda, la gente hablando a tu alrededor, ya sea por teléfono o entre sí. De repente, alguien te llama. De alguna manera, tu cerebro filtra todo lo demás y se concentra en esa voz familiar. ¿Alguna vez te has parado a preguntarte cómo lo hace nuestro cerebro?
Todo esto suena a magia, pero en realidad es ciencia real.
La audición es un proceso increíble, pero a la vez muy complejo. Comienza con diminutas ondas de presión en el aire y termina con el cerebro interpretando el lenguaje, el tono, las emociones y, por supuesto, todos los recuerdos más preciados. Y todo esto ocurre en cuestión de segundos, ¡increíble!, ¿verdad?
Sigamos juntos el viaje del sonido desde el mundo exterior hasta tu mente interior. Aprende cómo las vibraciones adquieren significado, cómo tu cerebro decide qué escuchar y por qué comprender el sonido es clave para todo lo que nos rodea.
El viaje comienza: las ondas sonoras y el oído externo
Antes de que tu cerebro pueda procesar nada, el sonido tiene que llegar físicamente a ti. Todo comienza con vibraciones en el aire, que pueden ser causadas por alguien que habla, por el tirón de una cuerda de guitarra o incluso por el portazo de una puerta cercana. Estas vibraciones viajan en ondas, y eso es lo que llamamos sonido.
El oído externo, también conocido como pabellón auricular, actúa como una antena parabólica. Su forma curvada está diseñada para captar estas ondas sonoras y canalizarlas por el canal auditivo hacia el tímpano. El pabellón auricular capta el sonido y ayuda a determinar su procedencia, razón por la cual animales como los gatos pueden mover las orejas para localizar a sus presas.
Los humanos pueden detectar una amplia gama de sonidos, desde un profundo retumbar de 20 Hz hasta un agudo chillido de 20 000 Hz. Esto equivale a unas 10 octavas, una amplitud mucho mayor que la de un teclado de piano convencional. Las frecuencias más bajas se perciben como vibraciones (como un trueno, por ejemplo), mientras que las más altas son nítidas y detalladas (como el canto de un pájaro por la mañana).
Hasta ahora, solo hemos tratado con aire en movimiento. La verdadera magia comienza cuando estas ondas impactan en el tímpano.
El oído medio: pequeños huesos con una gran función
Una vez que las ondas sonoras llegan al tímpano (también llamado membrana timpánica), lo hacen vibrar. Sin embargo, estas vibraciones aún son demasiado débiles para ser útiles para el oído interno. Ahí es donde entra en juego el oído medio. Este es una pequeña cámara llena de aire diseñada para aumentar el volumen del sonido con una eficiencia increíble.
Los tres huesos más pequeños del cuerpo humano:
- Maleo (martillo) - se fija directamente al tímpano
- Yunque (yunque) - conecta el martillo con el estribo
- Estribo (estribo) - transmite vibraciones al oído interno
Conocidos colectivamente como huesecillos, estos huesos funcionan como un amplificador mecánico. Reciben las vibraciones de energía relativamente baja del tímpano y las amplifican transformándolas en ondas de presión más intensas. Esto es importante porque la siguiente parte del recorrido, es decir, el oído interno, está lleno de líquido, no de aire, sorprendentemente, y la energía sonora se propaga de forma muy diferente a través del líquido.
El impulso proporcionado por los huesecillos aumenta la presión del sonido más de 20 veces antes de que llegue a la ventana oval de la cóclea, que es una parte importante en los fundamentos de Cómo funciona nuestra audiciónSin este mecanismo, se perdería casi el 99% de la energía del sonido en la transición del aire al fluido.
Para prevenir daños causados por sonidos demasiado fuertes, como por ejemplo, en conciertos o sonidos repentinos e inesperados como el de una puerta al cerrarse, este pequeño músculo, llamado estapedio, puede contraerse y reducir el movimiento del estribo.Este reflejo, llamado reflejo acústico, ayuda a proteger el oído interno de picos repentinos de volumen.
Así que, aunque son apenas un poco más grandes que granos de arroz, estos huesos son vitales. Si se dañan o se endurecen (como en la otosclerosis), la capacidad de oír con claridad, especialmente las frecuencias más bajas, puede verse afectada.
Capacidad intelectual: la vía auditiva y el mapeo del sonido
Una vez que la cóclea convierte el sonido en señales eléctricas, esos impulsos viajan por el nervio auditivo hasta el tronco encefálico. Allí se clasifican y refinan antes de llegar a la corteza auditiva, una zona especializada en el lóbulo temporal del cerebro, donde se activa la percepción. El cerebro lo analiza todo: desde el tono hasta la intensidad, el ritmo y, sobre todo, la ubicación.
Tu cerebro utiliza pequeñas diferencias en el tiempo y la intensidad del sonido que llega a cada oído para determinar su procedencia. Por ejemplo, si alguien aplaude a tu derecha, ese sonido llega a tu oído derecho unos microsegundos antes que al izquierdo. Tu cerebro registra al instante este retraso y señala la dirección del sonido.
¡Pero aquí está el truco! La precisión de tu cerebro depende en gran medida de la claridad del sonido. En habitaciones con muchas superficies duras y reflectantes, el sonido rebota. Estos ecos suelen dificultar que el cerebro distinga el sonido original de sus reflejos. El resultado es una mala claridad del habla y mayor dificultad para concentrarse.
Aquí es donde tratamiento acústico Desempeña un papel fundamental. No altera lo que escuchas, sino que ayuda a tu cerebro a comprenderlo mejor. Los materiales que absorben el sonido reducen las reflexiones innecesarias y le dan a tu cerebro una señal más clara con la que trabajar. Por eso... ambientes tratadosYa sea una oficina, un aula o incluso un estudio en casa, el espacio comienza a resultar menos cansador.
Comprensión del habla y el lenguaje
Hasta ahora, hemos seguido el sonido del mundo circundante hasta el cerebro. Pero reconocer una voz o escuchar una palabra no es lo mismo que comprenderla. El siguiente paso es convertir el sonido en significado, lo cual implica una de las tareas más sofisticadas que el cerebro realiza jamás.
Cómo interpreta el lenguaje tu cerebro
Una vez que las señales llegan a la corteza auditiva, se transmiten a otras áreas cerebrales especializadas. Estas dos áreas son:
- Área de Wernicke - te ayuda a comprender el lenguaje hablado
- Área de Broca - le ayuda a producir el habla y responder
Estas dos regiones se encuentran en el hemisferio izquierdo en las personas diestras. Actúan como decodificadores lingüísticos, descomponiendo el habla en unidades reconocibles: sílabas, palabras y gramática. A partir de ahí, el cerebro les asigna significado basándose en el contexto, la memoria y la experiencia pasada.
Tu cerebro llena los espacios en blanco
Por ejemplo, cuando alguien dice "banco", tu cerebro lo descifra al instante basándose en el tono y las palabras que lo rodean. Esto sucede tan rápido que apenas lo notas. Así, tu cerebro sabe rápidamente que "banco" en este contexto significa el lugar con dinero o la orilla de un río. De hecho, tu cerebro procesa las palabras habladas en tan solo... 250 milisegundos, que es incluso más rápido que un abrir y cerrar de ojos. ¡Guau!
Además, tu cerebro es excelente para completar los espacios en blanco. Si una parte de una oración queda ahogada por el ruido de fondo, a menudo puede reconstruir las palabras que faltan basándose en el contexto. Pero esta asombrosa capacidad tiene límites. En entornos caóticos o ruidosos, comprender el habla puede resultar difícil, especialmente para personas con pérdida auditiva o problemas de procesamiento auditivo.
Enfoque, filtrado y memoria
Oír puede parecer fácil, pero tu cerebro realiza un trabajo extraordinario en segundo plano. Esto es especialmente difícil la mayoría de las veces en entornos ruidosos. Se trata de detectar el sonido y también de decidir qué escuchar y qué ignorar. Este filtrado y clasificación mental se denomina atención auditiva.
El efecto cóctel
Ahora, imagina rápidamente que estás en una fiesta animada y divertida. Hay infinidad de conversaciones a tu alrededor, la música suena a todo volumen y el tintineo de los platos también se escucha de fondo. Pero, de alguna manera, puedes concentrarte en una sola voz, sobre todo si dice algo importante, por ejemplo, tu nombre. Esto se conoce como el efecto cóctel y es uno de los trucos más sorprendentes del cerebro.
El sonido y la memoria están estrechamente vinculados
Los sonidos entran en tus oídos y se almacenan en tu memoria. Por eso, escuchar una canción puede evocar instantáneamente un momento específico de años atrás. Tu cerebro vincula el sonido con la emoción y la experiencia, y conecta lo que oyes con cómo te sentiste en ese entonces.
Cuando el cerebro tiene que esforzarse más para decodificar sonidos, le queda menos capacidad para almacenar o recordar información. En escuelas, oficinas o casas de planta abierta, esto puede reducir la concentración y la productividad sin que nadie se dé cuenta.
Así que, aunque oír pueda parecer pasivo, es todo lo contrario. Es nuestro cerebro en equilibrio mental en tiempo real, que depende de la atención, la memoria y su capacidad para bloquear el ruido.
Trastornos y desafíos auditivos
El sistema auditivo es muy delicado. Cuando cualquier parte de él, ya sea el oído externo, el oído medio, el oído interno o el cerebro, se daña o se altera, pueden surgir problemas. Algunos son temporales, pero lamentablemente, otros son permanentes. Veamos algunos trastornos auditivos comunes:
Pérdida de audición
Puede deberse a la edad, la exposición al ruido, infecciones o la genética. Según la Organización Mundial de la Salud, más del 5 % de la población mundial, es decir, unos 430 millones de personas, vive con pérdida auditiva discapacitante.
Tinnitus
Un pitido o zumbido constante en los oídos. No es una enfermedad, sino un síntoma, a menudo relacionado con daño auditivo o estrés.
Trastorno del procesamiento auditivo (TPA)
Las personas con TPA pueden oír sonidos pero tienen problemas para entenderlos, especialmente en entornos ruidosos.
La tecnología puede ayudar
Dispositivos como audífonos e implantes cocleares pueden restaurar el acceso al sonido, pero no la audición normal. Por eso es tan importante la prevención, como proteger los oídos de entornos ruidosos y tratar los espacios acústicamente.
Proteger tus oídos significa proteger tu cerebro
Los oídos ayudan al cerebro a procesar el mundo que nos rodea. Y una vez que la audición se daña, suele ser permanente. Por eso, proteger el sistema auditivo es fundamental, no solo para los oídos, sino también para el bienestar cognitivo.
Hábitos inteligentes para una audición saludable
- Mantenga el volumen bajo controlSi necesitas levantar la voz para que te escuchen a través de los auriculares, es que es demasiado alto.
- Dale un descanso a tus oídos: Después de la exposición a ruidos fuertes, tome descansos en espacios tranquilos.
- Utilice protección para los oídosEn conciertos, durante la construcción o incluso al cortar el césped, usar tapones para los oídos puede marcar una gran diferencia.
- Trata tu entorno:Reducir los ecos innecesarios y el ruido de fondo ayuda al cerebro a procesar el sonido de manera más eficiente y reduce la carga cognitiva.
A menudo pensamos en la audición como un sentido pasivo, pero está profundamente conectada con la memoria, el aprendizaje, la atención y la salud emocional. Al proteger tus oídos, también contribuyes a tu claridad mental y a la salud cerebral a largo plazo.
Desde las vibraciones en el aire hasta los pensamientos en tu mente, el viaje del sonido es nada menos que extraordinario.
Ya sea la voz de un ser querido, tu canción favorita o el silencio que te ayuda a concentrarte, tu cerebro siempre te escucha. Así que cuida tu audición. Dale la claridad que necesita.
Lecturas y referencias adicionales
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Friederici, AD (2011). La base cerebral del procesamiento del lenguaje: De la estructura a la función. Reseñas fisiológicas, 91(4), 1357–1392. https://doi.org/10.1152/physrev.00006.2011
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Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación. (n.d.). Pérdida auditiva relacionada con la edad. Institutos Nacionales de Salud. https://www.nidcd.nih.gov/health/age-related-hearing-loss
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Organización Mundial de la Salud. (2021). Sordera y pérdida auditiva. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/deafness-and-hearing-loss
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Yost, WA (2013). Fundamentos de la audición: una introducción (5ª ed.). Prensa académica.